Prácticamente desde el primer momento en que adquirí el Volkswagen Escarabajo…¡justo hoy 16 años! he tenido problemas de inserción de las marchas. El famoso casquillo de la barra de reenvío se descolocaba con demasiada facilidad, en el mejor de los casos tan sólo era una notable holgura acompañada de un molesto «cascabeleo» sonoro. En otras ocasiones acabó con la palanca trabada. Así que cansado de todo ésto terminé lanzándome en 2010 a instalarle una palanca «quick-shift» ¿y eso que és? . A grandes rasgos es una palanca que incorpora un mecanismo que reduce el recorrido. Además, en el caso de los Volkswagen, sustituyen el engorroso sistema de desbloqueo de la marcha atrás de empujar hacia abajo por otro más práctico de gatillo en el pomo. Esa primera palanca quickshifter que tuve fue una tipo EMPI Trigger. Y digo «tipo» porque en realidad no era EMPI sino una copia económica sin marca de origen chino. Todo sea dicho, las EMPI en realidad son copias de las originales Hurst de los 60’s… pero eso es otra historia.La mejora fue abrumadora tal como narré en su día en este post: PALANCA QUICKSHIFT TRIGGER pero lo barato al final sale caro. Un año más tarde, que en mi caso fueron unos 10.000 km (lo que para un usuario más ocasional hubiera supuesto unos cuantos año más), el mecanismo acabó cediendo. Ya acostumbrado a este tipo de cambios, no quise renunciar y me decidí por uno de los modelos con mejor reputación del mercado por aquel entonces: CSP 290 mm .Obviamente muchísimo más cara que aquella réplica china, el resultado ha sido fabuloso durante decenas de miles de kilómetros, aunque en honor de la verdad nunca solucionó del todo el problema del casquillo de la barra de reenvío. Sin embargo a nivel estético nunca me convenció por su aspecto excesivamente moderno, en especial su gatillo en forma de mariposa o el guardapolvos de cuero. Excelente calidad de componentes al más puro estilo alemán, tal como lo demuestran estos últimos diez años de uso intensivo.
Llegados a este momento, desde hacía un tiempo conocía el catálogo de VINTAGE SPEED, marca taiwanesa que ha sabido abrirse hueco entre la afición por ofrecer unos productos que conjugan una gran calidad con una estética que va desde la más clásica, cercana al stock, hasta otra más sofisticada.: desde escapes hasta pedales y, como no, palancas de cambio con quick shift. Así que hace unos meses decidí encargar una de las tantas versiones de su modelo classic el cual se ajustaba más a mis preferencias. Es decir, recuperar el look clásico sin perder las ventajas de un quickshifter. Por culpa de la dichosa pandemia el pedido se retrasó más de la cuenta pero a mediados de enero ya la tenía instalada y con un casquillo nuevo de calidad, algo que considero totalmente obligorio cada vez que se toca este apartado.

Como ya dije, existen varias versiones para Escarabajo/Karmann-Ghia/Typ 3… e igualmente para Transporter T1/T2, en los cuales se puede configurar con varias longitudes, formas (recta, con ángulo o en ese) , combinación de acabados, tipo de pomos… además de otras opciones técnicas. En mi caso escogí la versión más larga para Escarabajo, de 14″ de longitud (355 mm) y en ángulo. El pomo en negro es similar al original de Volkswagen de los 50’s y 60’s y al igual que éste presenta el esquema de marchas. Una de las opciones de mejora que solicité es el «Porsche Bushing»:un casquillo de nylon para la rótula que amortigua vibraciones y ruidos, inspirado en el sistema empleado por algunos Porsche.

Por un error con el suministrador, la palanca me llegó con el pomo de bola de aluminio, así que durante 800 km he estado conduciendo con esa configuración. Personalmente no me gustaba nada estéticamente pero al menos sabía que era algo momentáneo hasta poder tener el pomo deseado (sin coste alguno) , algo que se retrasó más de lo deseado debido a las restricciones por COVID-19… De esta forma también puedo opinar sobre las diferencias entre llevar una u otra opción. Dejando a parte el punto de vista estético, la bola de aluminio me resultó excesivamente voluminosa para mi mano (que tampoco es que sea muy pequeña).

En términos generales, durante los primeros kilómetros el tacto del cambio era fabulosamente suave. El recorrido similar a mi antiguo CSP, es decir, 40% menos respecto al Volkswagen estándard. Las marchas entraban con total precisón sin esfuerzo. Desde principos de este año he estado conduciendo a diario, la inmensa mayoría en ciudad, por lo que los cambios de marcha han sido constantes. Tras estos 800 km iniciales el tacto ha pasado a ser ligeramente más duro, aunque es algo que achaco más al casquillo de la barra de reenvío que al propio quick-shifter, pero sin perder en todo momento precisión…

Hace unos días me llegaba el pomo definitivo. Poco que añadir a que es una simple pieza de plástico similar a la Volkswagen original pre-67 y mucho más bonito que el simple «botón» que equipan los modelos siguientes, que era además sería mi caso. Por mucho que sea contradecir a los puristas, a veces lo original no suele ser ni lo mejor resuelto ni lo más atractivo… La marcha atrás se desbloquea mediante un tirador redondo similar a algunos Renault de los 80’s/90’s. Igualmente cómodo como el resto de esta palanca.

Pues bien, aunque parezca un detalle nimio, este pequeño pomo en la práctica también cambia el tacto general del accionamiento ¿sorprendente?. El pomo de aluminio además de voluminoso también pesa bastante tal como pude comprobar al desmontarlo y quizás esto reste ligereza a la hora de mover la palanca…¿os suena algo la historia de la palanca de cambios del Porsche 917? Ahora lo noto más directo, tampoco sabría describirlo, porque aunque a nivel ergonómico tampoco es que sea una maravilla, se adapta mucho mejor a la palma de mi mano y en términos generales el manejo resulta ser más agradable. La sensación es que la palanca se guía con más agilidad y notas mejor lo que pasa debajo. Esto último sería la forma más sencilla que se me ocurre para describirlo.

Para mi gusto creo que por fín conseguí un producto de calidad y una mejora estética respecto al look que poco a poco ha estado recibiendo mi humilde «vocho» durate estos dieciséis años.