El pasado 20 de febrero compartía en este blog un artículo de opinión a raíz de la modificación de la futura ordenanza de movilidad de Gijón. En parte criticaba el inicialmente aparente conformismo condescendiente de la plataforma encargada de tumbar esta ley tras haberse conseguido un límite de poder circular un máximo de 2.500 km. Adelantaba que ciertos comentarios leídos en las rrss poniendo en duda de que un vehículo a partir de cierta edad apenas está capacitado a salir de la cochera, como mucho de vez en cuando (comentarios más propios de neófito, o peor aún, de profanos, más que de alguien que se hace llamar aficionado) habían despertado en mí , aunque fuera por alusiones indirectas, la idea de escribir un post dedicado a todos estos años en los que nos hemos desplazado en nuestros Volkswagen, ya sea en el Escarabajo o en la T2. Porque como ya había explicado, aún usando exclusivamente mis vehículos para desplazamientos de ocio, tal medida es incongruente al penalizarse el kilometraje fuera de la jurisprudencia local. Novedades en el Plan de Movilidad de Gijón con polémica
Esto es simplemente un resumen de todos estos años al volante de un par de Volkswagen aircooled pues he decido, obviamente, tan sólo mencionar los momentos más destacados de cada año. En el tintero quedan decenas de concentraciones, idas y venidas del pueblo, escapadas de fin de semana,…etc. Lo que es imposible de transmitir son todas las experiencias vividas e irrepetibles. Que quizás al volante de un vehículo más convencional hubiera sido imposible. Porque un vehículo de estas características a parte de permitir desplazarse también cumple una función terapéutica como válvula de escape a la rutina diaria. ¿Hay que explicar esto? ¿Es difícil de entender?.
Todo empezaba en 2005 y se puede decir que el Escarabajo, por su relativa juventud aún estaba lejos de considerarse “clásico” a pesar de su aspecto. Precisamente escogí un modelo así, porque buscaba algo fiable poco trotado. El tiempo me ha dicho que fue una correcta elección. Ese año lo cogí con fuerza: además de darle un uso casi diario para mis desplazamientos laborales, los fines de semana me iba a León para estar con mi actual pareja que entonces residía allí. Durante las vacaciones estivales, nos tomamos una semana para disfrutar la costa asturiana de este a oeste. Y por supuesto, acudir a numerosas concentraciones tanto de Volkswagen como de clásicos generalistas. Fue una época muy propicia para estos eventos, la afición gozaba de buena salud. Pocos años más tarde vendría la crisis económica y otros temas ajenos que acabarían con estos movimientos. Pero durante esta mi primer año con el Volkswagen conseguí 10.000 km en el odómetro. Ni uno más y ni uno menos. Cierto es que hasta el momento nunca he vuelto a alcanzar esta cifra.

No sólo verano…también en invierno hicimos nuestras escapadas a pesar de la nieve.

2006: Más que satisfecho con mi coche, lo someto a un cambio de imagen, tal como luce ahora, con puesta de largo in-extremis al salir directamente del taller y con algunos detalles a medio concluir, para acudir a una concentración VW. No será la única, al igual que en el anterior año. Pero esta vez doy un paso adelante y decido irme hasta Pamplona del tirón. La excusa: Encierros VW, una curiosa iniciativa que por desgracia no se ha vuelto a repetir. Una ocasión que aproveché para reencontrarme con un viejo amigo de la universidad…
Fue nuestro primer viaje de larga distancia donde no sólo puse a prueba la capacidad mecánica del coche, si no mi propia resistencia a rodar de seguido, más de 420 km. También supuso mi primera y única multa…¡por exceso de velocidad!. Ese fin de semana supuso 922 km totales entre ida y vuelta.

2007: No es que guarde recuerdos especiales de ese año salvo alguna que otra concentración típica de entonces. Sin embargo sacamos un pequeño hueco para escaparnos hasta la vecina Cantabria (Isla). Y sí, por aquel entonces ni tenía cámara de fotos decente y mi técnica dejaba mucho que desear.

2008: Este año marcó un antes y un después ¿y si nos vamos de vacaciones a la vieja usanza? Bajo la excusa de acudir a una reunión organizada por los Amics del VW de Catalunya hicimos un tour que nos llevaría por Navarra, el Maresme catalán, Barcelona y vuelta haciendo escalas en Loarre ( Huesca) y Zarautz (País Vasco). Conseguimos el premio a los participantes más lejanos…

…y en Zarautz conocimos a una pareja de holandeses que viajaban en una impecable T2b. Parte del camino de vuelta a casa lo realizamos juntos pues también iban dirección a Asturias.

2.200 km en total durante 12 días donde, a modo anecdótico entre el equipaje llevamos una tienda de campaña, mesa plegable con sillas…y hasta una nevera de playa de los años 70’s que perteneció a mis padres. Íbamos un poco a la aventura, en algunos sitios nos alojamos en camping , en otros en casas rurales según como cuadrara porque no habíamos reservado nada. Como dije, un poco a la vieja usanza. De Loarre me llevé esta foto además del encanto sencillo de su gente y del pueblo en general. Toda una localización cinematográfica. Repito que aún no disponía de una cámara réflex, las digitales de la época daban lo que daban y yo no tenía suficiente experiencia…

2009: Aún se celebraban buenas concentraciones a las que asistíamos con frecuencia, como por ejemplo, la de Cabanas (Galicia). De aquel entonces estaban muy de moda los blogs y ya que en algunos foros me dedicaba a narrar las crónicas de concentraciones y viajes, me vi en la necesidad de crear el primer Beetleinjection.

La noticia bombazofue la organización de un meeting internacional en España, el BugSpain. Concretamente en el circuito Motorland de Alcañiz, Teruel.

Ya entonces empecé a juntarme con un par de individuos, uno con un 1302 de 1971 y otro con un 1303 de 1973. La amistad aún perdura (no así los coches) y nos marcamos juntos un camino de 700 km de vuelta a casa que debido a varios problemas se alargó hasta las 12 horas.

2010: Una de las modalidades de concentraciones que por desgracia se han perdido con el tiempo son aquellas que solían durar un fin de semana entero y que conectaban varios destinos. Una de ellas fue la Ruta Xacabea organizada por el Club VW Gozón y el Club VW León junto con colaboración gallega. Guardo un grato recuerdo debido a la dureza no sólo del recorrido en sí, si no porque a pesar de celebrarse en junio sufrimos una climatología de lo más adversa. A pesar de todo, no hubo que lamentar ninguna baja. Tomando como punto de partida Astorga acabaríamos en Santiago de Compostela tras atravesar el Puerto de Piedrafita y muchos caminos de la Ruta Xacobea, algunos de ellos de calzada empedrada. A la vuelta, las fuertes lluvias dejaron incomunicada Galicia con Asturias por lo que el camino de vuelta fue toda una odisea circulando por la vía alternativa de una estrecha carretera comarcal de montaña.

Y un mes más tarde nos íbamos a ¡Mónaco! Seguimos con la misma filosofía: sin reservas, sin GPS,…sin planes. Tan sólo nos servimos de un mapa de carreteras y un roadbook con una ruta prefijada basada en nuestras preferencias. Los preparamos en una semana nada más. Por si acaso, volvimos a meter la tienda de campaña por si no encontrábamos alojamiento. Sería la primera vez que salíamos de España. Al final recorrimos más distancia y nos quedamos más días de los calculados. En total superamos los 3.000 km durante diez días. Como curiosidad, fue durante este viaje cuando empezamos a plantearnos el comprar una furgoneta T1 o T2 camperizada. Aunque sólo pernoctamos un par de jornadas en camping, la experiencia en Cap D’Adge bajo un calor achicharrante y tras tanto kilometraje acumulado a la espalda, el recurso de la tienda de campaña nos resultó un incordio.

Un video de una vuelta por parte de lo que es el circuito urbano, desde la emblemática curva de Loews hasta el puerto.
En el camino de vuelta hicimos una escala que se alargó un día más en Andorra. Nuestra llegada coincidió con la victoria de la selección española en el Mundial de Futbol…y las calles andorranas ante nuestro estupor se plagaron de banderas rojigualdas y bocinazos.

2011: Ese año también nos lo tomamos a tope a nivel de viajero. Por un a lado comenzamos visitando localidades del occidente asturiano como Taramundi y luego, justo nos fuimos al otro extremo en la provincia vecina de Cantabria al canjear el premio conseguido por participar en la campaña Beetle Stories de promoción del Volkswagen Beelte 21ts Century ; un fin de semana en un hotela rural en la comarca de Liébana, en pleno Picos de Europa.
Nos habíamos enamorado del sur de Francia y lo más importante, no sólo confiábamos en las capacidades del Volkswagen, si no que nos dimos cuenta que con él los viajes eran especiales. Así pues, volvimos a la carga pero en esta ocasión dimos un pequeño rodeo en la primera etapa para asistir a una concentración en León: la Volkscooterada. Esto es, una reunión que combinaba Volkswagen clásicos con scooters Vespas y Lambrettas. Al día siguiente de celebrarse ya estábamos atravesando la frontera francesa. Una ruta más corta que nos llevó a conocer Pau, Foix, Castelnaudary… o reencontrarnos con Carcassonne y Andorra. Más de 2.200 km con una última etapa parando en el museo Torre Loizaga.

A destacar la parte en que tuvimos que atravesar la Route des Cols en en los Midi-Pyrénées… una sucesión de “cols” que podríamos traducir como “puertos de montaña”. Un trayecto duro pero tremendamente bello y entretenido.

Y por supuesto el encuentro con varios miembros del Club Scarbats a Sac de Andorra por invitación de Oscar Bafaluy. Al año siguiente sería él con su familia quien devolvería la visita a Asturias.

2012: este año fue tomado con más tranquilidad, sin grandes rutas aunque hicimos alguna escapada de fin de semana por la montaña asturiana. 2013 también supuso otro año relajado y sin planes, pero la boda de una amiga en Burgos fue la excusa para rodar 300 km a fondo por la meseta castellana. Y siempre con el Puerto de Pajares por el medio. Porque si hay una tradición es que como mínimo una vez al año atravesamos este emblemático puerto de montaña con pendientes de hasta el 21%.

2014: Nos dimos cuenta que nos estábamos apalancando un poco tras un par de años sin planear ningún viaje, así que antes de perder la costumbre decidimos irnos a pasar la Semana Santa a Francia: Pau, Biarritz, Saint-Jean-de-Luz,…

Nuestra llegada a Pau coincidió con los preparativos del GP Historique

En varano también haríamos una corta escapada por Cantabria. Pero lo más importante llegaría a finales de agosto cuando nos lazamos a comprar una Volkswagen T2 de 1971.
2015: Aprovechamos las vacaciones de Semana Santa para… trabajar sobre la T2 “La Salchicha”. La idea era hacer más habitable de cara a una serie de viajes ambiciosos. Al poco tiempo empezamos a tantear sus capacidades y también las nuestras, pues éramos novatos en este tema. Un fin de semana en la concentración VW Camper de San Pedro de la Ribera y una semana viajando por las Rías Baixas de Galicia nos sirvieron de test para mejorarla de cara a viajar hasta Normandía. Si bien hasta ahora no ha sido el viaje más largo aunque finalmente cayeron 2.900 km (que se dice pronto para un vehículo de 1971) si fue el más duro e intenso.

Visitando algunos de las localidades más emblemáticas. Siempre con alguna referencia al automovilismo o a la historia en general aunque centrándonos en lo referente a la 2ª Guerra Mundial (Oradur Sur Glane es un claro ejemplo).

Y justo el 28 de agosto, tras varios días de viaje llegábamos hasta Omaha Beach. Así celebrábamos nuestro primer aniversario con “La Salchicha”. Y es que, cuando años atrás nos planteamos comprar una furgoneta ya teníamos en mente que sería para ir hasta Normandía. Y sí, nuevamente fue un viaje sin un plan fijo establecido, sólo una ruta con etapas que en ocasiones fueron improvisadas. Incluso sacando partida de las veces que nos confundimos de camino.

Toda una experiencia que nos dejo un gran sabor de boca y que hoy en día aún llevamos dentro.


2016: Empezamos a tomar la tradición de al menos tomarnos una semana de desconexión en Rías Baixas (800 km) con la T2. Para prueba de fuego la de subir el puerto de Somiedo hasta Valle de Lago, uno de mis sitios favoritos y parte de mi infancia. Así que tanto para la playa como para la montaña, empezamos a cogerle cariño a “La Salchicha”.

En Navidades nos fuimos con el Escarabajo para conocer Salamanca, un viaje de 700 km en total. A parte de conocer una de las ciudades más bellas y emblemáticas de la geografía española obligada visita era el Museo del Automóvil donde pude ver un par de ejemplares de mis admirados Pegaso.

2017: tras alguna que otra escapada de fin de semana con el coche dentro de Asturias y León, a lo largo del año, y la ya entonces tradicional semana de verano por Ríasx Baixas en furgo, en septiembre planeamos una ruta por el País Vasco con el Escarabajo. Visitaríamos además tanto a viejos amigos de la universidad y de afición a los VW. 850 km visitando Vitoria-Gasteiz, Mungia, Bilbao, Gernika, Mundaka,…

2018: A nivel personal fue un año duro y apenas tuvimos tiempo para plantearnos viajar. Aún así sacamos fuerzas para acudir al Espíritu de Montjuïc (Circuito de Montmeló) en paralelo a las actividades del 35º Aniversario del Club Amics del VW de Catalunya. Más de 1.800 km y nueva marca personal al hacer el trayecto Zaragoza-Gijón de 600 km sin paradas (salvo para repostar).


2019: Supuso dar carpetazo a una temporada difícil en nuestras vidas, así que decidos romper la rutina. Regresamos a Rías Baixas con la T2, a Somiedo con el Escarabajo… y como nos supo a poco, acabamos organizando un viaje por tierras castellanas para conocer Segovia, Valladolid y sus pueblos. Conseguía 100.000 km acumulados de experiencia al volante del Escarabajo.

2020: Por primera vez en nuestras vidas habíamos organizado un calendario de visitas, rutas y viajes a lo largo del todo el año. Todo planeado con fechas que nos llevaría nuevamente fuera de nuestras fronteras nacionales. Muchas ilusiones y expectativas. El motor del Escarabajo se había sacado para darle un repaso para atajar fugas de aceite y sobre todo, renovar la problemática transmisión. Y entonces llegó el Coronavirus SARS-CoV-2 y… meses confinados en casa y todos los planes a la basura. O mejor dicho, siendo optimistas, aplazados. Un año perdido, un año trágico para muchos aunque por suerte, nosotros libramos…de momento. En cuanto llegó la desescalada y vimos que la situación mejoraba, pues mi pareja es persona de alto riesgo, decidimos escaparnos una semana a nuestro pequeño paraíso en Rías Baixas aunque para extremar precauciones nos fuimos con el Escarabajo alquilando un bungalow para evitar compartir zonas comunes del camping. Fue nuestro único capricho de ese año, nuestro único momento de lucidez y relajación tras una locura de año para olvidar y no repetirse.

2021: lleva camino de ser un clon del 2020 aunque con esperanzas gracias a las vacunas. DE momento, unos planes siguen aplazándose y otros retrasándose.
¿Y ahora un gobierno local pretende que no pueda desplazarme 2.500 km fuera de mi municipio?