Hacía bastante tiempo que tenía ganas de un cacharrete de estos. Los veo útiles de cara a pasar una temporada aparcado en un camping, pero sobre todo y más importante, si en caso de pinchazo te encuentras la rueda de repuesto ¡esa gran olvidada! con las presiones por debajo de lo recomendable. Cada cual puede ver las ventajas, o no, de llevar un compresor portátil en el maletero. Antes de éste ya tuve experiencias con uno tan barato como vergonzoso funcionamiento: de puro plástico, que tardaba una eternidad en subir una miserable décima, vibraba como un condenado (cobraba vida propia como quien dice) y acababa oliendo a quemado… sólo lo usé vez como prueba y…¡nunca más!. Dinero tirado a la basura directamente. Así pues, empecé a buscar un compresor «de verdad» pero que no fuera muy aparatoso y tuviera un precio económico pero razonable. Y tras varios candidatos al final opté por el Mannesmann M01790.

No sé por donde empezar, pero quizás que sea Mannesmann fue lo primero – que no exclusivo – lo que hizo que me fijara en él. Desde hace tiempo es una marca en la cual he confiado para adquirir varias herramientas, como por el ejemplo, el clásico maletín de carraca. Siempre se ha caracterizado por ofrecer una calidad más que aceptable a precios económicos, pensado para el aficionado al que le gusta enredar de vez en cuando. Obviamente, no está pensado para un público profesional, pero eso no implica que el resto de amateurs no puedan disfrutar de herramientas con unos mínimos de garantías. Ya centrados en las característcas técnicas del compresor, uno de los datos que más me interesaba era su periodo máximo de funcionamiento contínuo ya que estos aparatos tienden a calentarse y llegado un momento requieren un tiempo de descanso. En este caso, hablamos de 15 minutos, lo cual consideré más que suficiente (los otros candidatos estaban en 5 y 30 min. respectivamente). La construcción íntegra en aluminio también fue determinante. El resto de datos tecnicos son los que podéis encontrar buscando en internet: caudal de 35 l/min. , peso de 2,6 kg y unas dimensiones compactas. Además viene en una práctica bolsa con asa junto con varios accesorios para hinchar balones, colchonetas, etc… Por poco más de 50 € se puede decir que es buena compra.

Un detalle de la boquilla; hay gente que prefiere los enganches rápido por pestaña pero esta es de rosca


En esta perspectiva pueden apreciarse sus proporciones compactas. La manguera tiene 1 metro de longitud y el cable de 2,9 metros. Tanto para el coche como para la furgoneta, más que suficiente.

Tocaba probarlo, algo que hice por partida doble: primero en la furgoneta con neumáticos 185R14 que se saldó de una manera más que satisfactoria. En pocos segundos conseguía subir esas décimas que le faltaban. Como última prueba, cronometré cuánto sería capaz de subir en 1 minuto partiendo de 2.2 bar y alcanzó los 2.6 bar. Y como detalle a tener en cuenta, apenas vibra, manteniéndose fijo en su posición sobre cuatro tacos de goma. De igual forma, su nivel sonoro es bastante contenido. Con el Escarabajo y sus 165R15 el resultado fue análogo pero llegados aquí hago un pequeño inciso para presentar un pequeño accesorio que tuve que adquirir a parte para poder hacerlo funcionar. Y es que mi coche no tiene toma de mechero/12V. En Amazon encontré una toma de 12V con pinzas para enganchar directamente a la batería.

Este modelo en concreto cuenta con un fusible de seguridad y no llegó a 10 €…

De esta manera me he ahorrado el tener que taladrar el salpicadero y hacer una instalación propiamente dicha… algo que no me hacía particularmente gracia. La verdad es que es algo engorroso en un coche como el mío en que hay que levantar el asiento trasero para acceder a la batería.


Como nunca he confiado en la precisión de ciertos manómetros analógicos genéricos, como los de las gasolineras y demás, siempre me ha valido de mi propio manómetro digital para medir las presiones. En este caso, el del compresor arrojaba un par de décimas de más. No me cansaré de decir que llevar un manómetro es fundamental si queremos controlar un elemento de seguridad de vital importancia como son los neumáticos.

La última prueba la realizé con la tan olvidada rueda de repuesto, aquí como conejillo de indias. Nuevamente volví a cronometrar un minuto: partiendo de 1.8 bar alcanzó 2.4 bar


Quizás me faltó hacer la prueba definitiva ¿cuánto tardaría en hinchar una rueda desde cero hasta su presión recomendada? Sinceramente no lo ví necesario tras comprobar que su rendimiento estaba dentro de unos parámetros óptimos para el trabajo habitualmente designado. Según su ficha técnica, aunque sin especificar el tamaño de la rueda, afirma hinchar una rueda de automóvil en 1,5 minutos.
1 comentario en “Un práctico compresor portátil”