Último día del año y…¿hace falta describir este nefasto 2020 a nivel mundial?
Tal día como hoy arrancaba este blog, como continuación del anterior Beetleinjection al quedarse éste sin espacio para albergar más contenidos gráficos. La idea era la de siempre, compartir experiencias, noticias y demás parafernalia centrada en la afición a los Volkswagen clásicos en general pero también al resto de vehículos con solera . Básicamente, un punto y seguido. Sería además la plataforma para narrar un año 2020 que estaba planeado por todo lo alto a nivel rutero y viajero. Sí, planeado. Como hizo muchísima gente. Marzo daría al traste con todas las ilusiones depositadas ¡poco más hay que decir!
El único evento puramente automovilístico al que pude acudir fue la Feria del Vehículo de Competición de Asturias celebrada en el recinto ferial de Gijón (Feberero) . Primer acto social relacionado con el automovilismo al que me presentaba con los amigos de siempre…
Así pues, en ese mismo mes narraba la reparación de una avería repetitiva en el embrague de mi coche. Avería que se aprovechó, ya que hubo que sacar el motor completo, para darle un repaso mecánico general, sobre todo para atajar una fuga de aceite. Todo ello, de para para volver a las carreteras con la mayor seguridad posible. Semanas más tarde de salir del taller, el COVID-19 obligaba a confinar a buena parte de la población de España. Todos los eventos, actos, reuniones al principio aplazados para posteriormente acabar siendo suspendidas a la vista de la situación cada vez más grave.
Mientras mis dos Volkswagen (coche & furgo) también sufrían el confinamiento, anunciábamos la indignante noticia sobre los futuros planes de movilidad ideada por el Ayuntamiento de Gijón , donde se verán afectados los vehículos con una determinada antigüedad. Periódicamente surgían nuevos planes que finalmente recibieron la aprobación unilateral del ayuntamiento a pesar de organizarse recogidas de firmas y protestas en contra una vez se pudo salir a la calle.
El Coronavirus también suspendió uno de mis eventos favoritos en lo que siempre hice acto de presencia para cubrirlo fotográficamente: la Scootercruzada del Euroyeyé (que este año perdía el Euro para quedarse en Yeyé a secas)
En julio las cosas estaban mejor, parecía que el confinamiento y las diferentes fases de desescalada habían surgido efecto. Algunas regiones como Asturias presumíamos de tener una bajísima incidencia y de acumular semanas seguidas sin contagios. Ciertas zonas de Galicia también gozaban de una incidencia baja o prácticamente nula. Y como precisamente nuestra tradición desde hace años es desconectar durante una semana allí, decidimos tomarnos unas cortas vacaciones ¡los pocos días que tenía disponibles tras agotarlos confinados en casa! . Sin embargo, no hicimos uso de “La Salchicha”, nuestra fiel VW T2 camperizada de 1971 ya que quisimos evitar el compartir zonas comunes. En esta ocasión fuimos a donde siempre pero con el Escarabajo.
Efectivamente, en este blog la gran ausente ha sido La Salchicha. Pero no os creáis que ha estado parada. Debido al coronavirus ha estado prestando servicio diario para evitar el transporte público en mis desplazamientos al centro de trabajo. Lo sé, no era la función para la que la adquirimos pero hay que ser resilentes en espera de tiempos mejores y más propicios. El futuro es aún incierto.
Si bien las cosas parecía ir bien ya en lo que se quiso llamar “nueva normalidad”, el repunte de casos y la venida de una segunda ola volvió a obligar a tomar medidas aunque sin llegar al extremo de los confinamientos de la primera. Incluso un servidor tuvo que pasar, por mero trámite de seguridad, por una prueba PCR (negativa, afortunadamente) . Así, por ejemplo, una segunda manifestación de vehículos clásicos organizada en Gijón se tuvo que suspender.
Precisamente esta segunda manifestación celebrada el 20 de diciembre contra la ya entonces aprobada ordenanza de movilidad llegó a congregar a unos 500 vehículos, tanto clásicos como youngtimers y todos aquellos que incumplieran dicha draconiana normativa.
2021 se nos presenta con incertidumbre a pesar de la esperanza depositada en las vacunas que actualmente se están empezando a administrar entre la población. 2020 es un año que ya ha pasado a la Historia. Esperemos que las siguientes generaciones aprendan la lección.
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