Etapa de descanso: Colección de Automóviles del Príncipe de Mónaco (lunes 19/09/2022)
Atrás habíamos dejado Monaco-ville, el barrio antiguo y originario del Principado de Mónaco. Bajando a pie hasta el puerto llegaríamos a nuestra siguiente y última visita del día: Collection privée des voittures de S.A.S Le Prince de Monaco, o lo que es lo mismo, la colección-museo de automóviles de Mónaco. Ni qué decir tiene de que es imprescindible para cualquiera que se precie de llamarse a sí mismo aficionado.

Se trata de la colección de automóviles iniciada a finales de la década de 1950’s por el ya difunto Príncipe Rainiero III. Con el tiempo, fue tal la cantidad de ejemplares acumulados que el garaje del Palacio se quedó pequeño, viéndose obligado a trasladarlos de localización estando además, abierto al público desde 1993. Originalmente en las Terrasses de Fontvieille, en julio de 2022 se trasladó hasta la zona de la piscina del puerto de Mónaco.
El actual recinto de 3.500 m2 alberga cerca de un centenar de coches, desde modelos primigenios hasta Fórmulas 1, pasando por utilitarios populares, deportivos de lujo, rally o suntuosas limusinas. Hay cabida para todo pero siempre de un nivel excepcional.
Nuestra visita empezó fuerte al encontrame directamente con el casco del legendario Ayrton Senna. Durante un buen rato me quedé contemplando aquellas pequeñas imperfecciones, esos escachones producidos por los impactos de las piedrecitas…estaba ante una pieza auténtica de una época pasada muy añorada. Imposible no emocionarme. Fue regalo personal del campeón brasileño a Rainiero III durante su cumpleaños, el 31 de mayo de 1992. No fue un año brillante para Senna. Su McLaren-Honda no rindió a la altura y tan sólo se llevó tres victorias de una temprada con 16 carreras, siendo una de ellas, la del GP de Mónaco, donde primaba el talento frente a la mecánica.

Otro de los cascos allí presentes, junto con el del también campeón Nico Rosberg era el de otro piloto admirado mío: Mika Häkkinen (WDC 1998-99). Tengo que confesar que prefiero estos diseños más sencillos que los tan de moda desde hace años, recargados de aerografías.

El primer coche que nos da la bienvenida es de lo más espectacular: Lancia Beta Montecarlo Gr.5 (1981). Su pequeño motor de 1.4 litros con turbo era capaz de desarrollar hasta 473 cv. Se alzó con el Campeonato de Resistencia.

Las escaleras de bajada están flanqueadas por dos F1: el Renault R28 (2008) de Alonso/Piquet y el McLaren-Mercedes MP4-22 (2007) de Lewis Hamilton.

La exposición está bien ordenada por fecha y temática, así que arrancamos con el coche más veterano: De Dion-Bouton de 1903

Una auténtica rareza: Leyat Hélica de 1921. Su motor bicilíndrico bóxer refrigerado por aire accionaba una hélice aeronáutica que lo impulsaba a 110 km/h.

Carruajes a caballos

Humber de 1911

Un pequeño guiño a Volkswagen

Hispano-Suiza H6B Landaulet Kellner (1928), el modelo más célebre de la marca española.

Un Jeep nunca puede faltar en una colección. En este caso, la versión fabricada por Ford: Jeep GPW de 1942.

Un poco de mitomanía cinematográfica nunca viene mal, y en esta ocasión, con un significado muy especial. En la película de Hitchcock «Atrapa un Ladrón» (To Catch a Thief, 1955), la entonces actriz y futura princesa Grace Kelly, conducía un Sunbeam Alpine MKI por las reviradas carreteras de Mónaco. En su honor este ejemplar fue restaurado y pintado en el mismo tono que aparece en la película.

Chrysler Imperial (1956) del Príncipe Rainiero III

Los aristocráticos Rolls-Royce tampoco podían faltar

Mucho más humilde, este Renault Floride (1959) fue el vehículo personal de la Princesa Grace.

Para 2011, este Lexus LS600 (híbrido) se recarrozó para la boda de Alberto II y Charlène eliminando el techo original de chapa por uno transparente.

Uno de los modelos más importantes de la colección para auténticos conocedores: Cisitalia 202 cabriolet (1950). Al diseño original de Pinin Farina en 1947 se le atribuye el ser el primero en integrar de manera armoniosa faros y aletas en un sólo conjunto sólido, sentando los pilares estilísticos de los futuros coupés. De hecho, un 202 coupé fue el primer automóvil en exponerse como obra de arte en un museo (MoMA de New York en 1972). Este cabriolet es uno de los 60 ejemplares fabricados con esta variante de carrocería.

A su lado, un valiosísimo Ferrari 250 GT Cabriolet (1963) igualmente carrozado por Pininfarina

Maserati Mistral (1968)

Jaguar E-Type 4.2 (1969) junto a un Facel Vega II (1963)

Otro de los vehículos más valiosos de la colección, además de ser espectacular: nada menos que un Mercedes-Benz 300 SL (1956)

Un trío de populares franceses: Citroën 11CV, Citroën 2CV y Renault 4CV

Aunque en el museo aparece marcado como «500» en realidad es un FIAT 600 Jolly . Una versión del humilde utilitario italiano carrozada por Ghia para que la alta sociedad se paseara por las localidades costeras.

Si hablamos de juguetes para ricos, también estaban expuestos un par de cochecitos motorizados (karts) que pertenecieron al Príncipe Alberto II y sus hermanas cuando éstos eran niños. Llama la atención su carrocería imitando a un monoplaza de F1 de la época (1958).

Lotus Seven Serie IV de 1971, última serie del roadster británico antes de pasar a ser fabricado por Caterham (1973).

Lujoso interior de un Mercedes-Benz 220 SE cabriolet (1963)

Delahaye 135 MS (1947)

BMW Isetta (1956-62)

El Lotus E21 de la temporada 2013 de F1 (Räikkönen/Grosjean) daba paso a la planta dedicada a la competición

Bugatti Type 35A de 1927. El primer Gran Premio de Mónaco fue ganado por un modelo similar. La serie iniciada por el Type 35 fue sinónimo de automóvil deportivo durante la segunda mitada de la década de 1920’s hasta principios de 1930’s

El Ferrari 640/F1-89 de Nigel Mansel estrenó por primera vez la caja de cambios robotizada (manetas en el volante) y desde entonces, todos los monoplazas comenzaron a equiparla. El coche prometía, era rapidísimo pero sufrió de muchas averías. La Scuderia Ferrari acabaría 3ª en el Campeonato de 1989 y Mansell 4º, con Bergher 7º

Peugeot 205 T-16 (1985) de Ari Vatanen

Renault 5 Maxi Turbo (1985) de Jean Ragnotti

BMW M1(1982)

Citroën DS3 WRC (2013) de Sébastien Loeb, ganador del Rally de Montecarlo de ese año.

Toyota Yaris WRC (2021) de Sébastien Ogier, Campeón del Mundo.

La colección cuenta con un buen puñado de Fórmula 1

Ferrari SF90 (2019) de Charles Leclerc

Red Bull «Show Car» de 2018 (Verstappen/Gasly)

Aunque su rendimiento fue claramente deficiente, hasta el punto de no llegar a clasificarse en la mayor parte de grandes premios de 1991 (sólo disputó 6 carreras de las 16 del calendario, cinco Larini y una van de Poele), el Modena-Lamborghini 291 presentó la revolucionaria idea de colocar los radiadores inclinados y lo más ajustados a la carrocería. Una idea tomada de la aeronáutica y que sería copiada por el resto de equipos en sucesivos años hasta hoy en día. Problemas económicos y sus pobres resultados acabaron con la idea de que Lamborghini disputara más carreras de F1.

Alfa Romeo Sauber C37 (2018), el Fórmula 1 con el que debutó Charles Leclerc en la categoría reina.

McLaren MP4-20 (2005) de Kimi Räikkönen, ganador del GP de Mónaco

Mercedes AMG W04 (2013). A sus mandos, Nico Rosberg se alzó con la victoria del GP de Mónaco

Este sencillo Renault 4CV se preparó concienzudamente para participar en las 24 Horas de Le Mans de 1951 y ganar en su categoría (hasta 750cc y 22º en la general). A parte, se inscribió en más competiciones, como el Rally de Montecarlo donde acabaría 9º.

Porsche 911Carrera RS (1973)

Porsche 908 Carrera (1969) de Hans Herrmann. Quedó 2º en las 24 Horas de Le Mans por sólo 120 metros…

Ferrari 365 GTB4 (1972). El famoso «Daytona»

Superdeportivos de calle: el Lamborghini Miura cambió el concepto de gran turismo cuando se presentó en 1966 con su motor V12 en posición central y un diseño impactante.

En la década de los 80’s del pasado siglo había dos tipos de niños: los que tenían un póster del Ferrari Testarrossa (1984) o los que se decantaban por el Lamborghini Countach


El modelo de era un LP 50000 QV (455 cv) de 1986 equipado con los controvertidos parachoques delanteros obligatorios en USA. Sus 455 cv superaban con creces a los ofrecidos por el Testarossa (390) y el 288 GTO (400)

Me ha resultado difícil cribar y escoger los ejemplares para representar nuestra visita a esta colección-museo con el fin de evitar saturar el blog de fotos. Igualmente es lo que me ha ocurrido con el siguiente tema a tratar y a la par, imprescindible en todo paso por Mónaco: el avistamiento de coches de lujo y deportivos exclusivos. Hasta tal punto que he decidido dividirlo en dos post; uno dedicado a modelos «modernos» y otro en a los clásicos/youngtimers.
PRÓXIMAMENTE: MÓNACO IV – AVISTAMIENTOS