…y llegamos a la sala que para muchos sería el plato más fuerte de la exposición: DEPORTIVOS/SPORTING

Mercedes 300 SL «Alas de Gaviota», 1955. Desarrollado para la alta competición, esta es la versión de calle. Sus características puertas de apertura vertical que le otorgan el apelativo que lo ha hecho famoso, no son fruto de un diseñador caprichoso. Su chasis formado por un entramado de tubos para conjugar ligereza con rigidez torsional resultaba demasiado alto para instalar unas puertas convencionales.

Sobre la pared podía verse un chasis de 300 SL para apreciar su complejidad.

Este Porsche 356 de 1950 es una de las primeras unidades del modelo fabricado en Stuttgart (Alemania). Un par de años antes había comenzado la producción en una corta serie, prácticamente artesanal, en Gmünd, localidad austriaca natal de la familia Porsche. El ejemplar expuesto pertenece a Norman Foster. Se les conoce como «pre-A» o «split» debido a que el parabrisas está dividido en dos partes debido a que resultaba demasiado costoso hacerlos con la curvatura exigida.

Tanto el exterior como el interior, conservan ciertos rasgos y elementos del Volkswagen del cual deriva.

Jaguar E-Type, 1963. En su lanzamiento (1961) resultó ser un vehículo rápido y de gran belleza a un precio bastante ajustado si lo comparábamos con sus principales rivales en prestaciones. El éxito fue inmediato y con el tiempo se ha considerado como el coche más bello de la Historia.

Pero para auténtica belleza y además con un aura de misticidad, nada menos que este Aston Martin DB5 (1964). Se trata de una de las unidades empleadas en el rodaje de la película «Goldfinger«, quedando ligado desde entonces a la imagen del agente secreto James Bond. Cinefilia a parte, el DB5 era y sigue siendo una joya de la automoción capaz de ofrecer refinamiento lujoso y excelencia mecánica.

Y ya como guinda a este pastel, posiblemente el mayor unicornio que existe dentro del automovilismo. Nada menos que un Ferrari 250 GTO de 1962. Poca presentación necesita. Este ejemplar con chasis #3757 acabó 3º en las 24 Horas de Le Mans de 1962 y cuenta con un largo palmarés de participaciones deportivas. Desde 1978 pertenece al batería de Pink Floyd, Nick Mason, que lo adquirió a un precio muchísimo más bajo en comparación a las cifras escandalosas que se alcanzan hoy en día cada vez que una unidad sale a subasta. A la ya su inherente belleza y pedigree deportivo hay que añadirle el título de coche más caro del Mundo.




Jamás pensé que vería un GTO en vivo y este sueño se ha hecho realidad. Sólo me falta ver uno en pleno funcionamiento. Conducirlo ya es mucho pedir
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