EDITORIAL/REFLEXIONES, GENERAL

Un repaso al 2021…y reflexiones para el 2022

Atrás ya ha quedado el 2021, un año que pensábamos que sería más propicio que aquel nefasto 2020… y resultó ser casi un clon del anterior. Lo despedimos con más de lo mismo, es decir, COVID y más COVID, pero al menos todo apunta a que esta última ola no está siendo tan mortífera como las primeras. De momento ya han sido varios familiares, amigos, conocidos y compañeros de trabajo que ya han tenido que pasar por este virus. En la mayoría de los casos, sin consecuencias, pero algunos requirieron ingreso hospitalario. Nuevamente, nuestras esperanzas dependen de las vacunas y de que su efectividad se vea mejorada a la vez de que el virus vaya perdiendo fuerza…

De momento, aquellos fantásticos planes ideados a principios del 2020 siguen pospuestos en espera de una situación más óptima, y 2022 parece que tampoco será el año. Como es tradición en este blog, vamos a dar un repaso a lo que eventos más destacables del 2021 dentro de esta afición:

En enero se organizaba una de las marchas contra la Ordenanza de Movilidad de Gijón, suspendidas meses antes. Otra vez más, caso omiso por parte del Ayuntamiento. En abril 2022 comenzarán las primeras restricciones a los coches antiguos (anteriores al 2006 en caso de los diesel y del 2000 para gasolina). A pesar de la repercusión de estas protestas en los medios de comunicación, me consta que aún hay ciudadanon que no se han enterado de lo que se les viene encima.

En marzo, durante las vacaciones de Semana Santa aún seguíamos con cierres perimetrales que nos impedían salir de nuestra región. Decidimos conocer algunas partes de la montaña asturiana para poder respirar…sin mascarilla.

Al mismo tiempo, aproveché para incorporarle un par de mejoras el coche: un nuevo escape catalizado y un cambio quickshifter Vintage Speed

En junio tocó pasar por el chapista. Tras cometer el error de meter el coche en un tren de lavado automático, uno de los rodillos impactaba sobre la tapa del motor, doblándola. Como siempre, Gabri de talleres Primarso nuevamente tuvo que hacer su oficio con el resultado al que me tiene acostumbrado.

Tras este incidente tomé la decisión de adquirir un coche híbrido nuevo para un uso habitual. Han sido muchos año defendiendo el que los coches clásicos son plenamente usables y efectivamente, en ciertas circustancias lo son. Con este Volkswagen hasta ahora he recorrido más de 110.000 km pero en esta ocasión, por evitar el transporte colectivo, ha tenido que sufrir las inclemencias de circular y permanecer a la intemperie durante los meses más lluviosos del año, además de tener que rodar sobre firmes irregulares con alta concentración en contaminantes (es lo que tiene trabajar en industria). Como resultado, comencé a notar un «envejecimiento prematuro» traducido en malos arranques, tirones y holguras en el tren rodante. Y lo peor de todo es que ya no disfrutaba al volante. El golpe fue el detonante de dejarlo aparcado durante una temporada, empezar a usar un viejo coche de la familia que apenas se mueve ya y comprar un coche nuevo…¡casi nada!. El Volkswagen comenzó entonces un descanso de los justos, con escapadas esporádicas. Y a partir de ahí, comenzó a funcionar con la finura a la que siempre me tuvo acostumbrado. Y por supuesto, yo a empezar a disfrutar de sus cualidades. De ahí que en 2021 no hubiera el tradicional artículo de viaje o escapada veraniega. Cierto es que las restricciones (y precauciones personales por la COVID) tampoco hubieran permitido grandes alardes. En su lugar estrenábamos un moderno FIAT 500C Hybrid.

Ya de compranos un coche actual híbrido al menos que tuviera algo de gracia ¿no?

En agosto pasábamos la prueba de fuego de la ITV con el nuevo catalizador. Aprobado pero tal como sospechaba, se detectaron holguras, aún sin importancia, en la suspensión delantera y dirección. Espero corregirlo en breves.

Así que a finales de septiembre el VW estaba en plenas facultades mecánicas como para volver a confiar en él. La situación COVID en España parecía que estaba mejorando y decidmos irnos una semana hasta Sanabria, un lugar que había conocido brevemente durante mi juventud y que quería volver a descubrir. Tomando como base Vigo de Sanabria, visitamos Puebla de Sanabria, el Centro del Lobo Ibérico, Ribadelago, Laguna de Los Peces,… un total de 713 km, como en los viejos tiempos.

…y algún rincón sorprendente

En octubre asistimos a una de las kdd mensuales celebradas en Gijón derivadas de aquellas marchas reivindicativas contra los restricciones al tráfico, donde a parte de coincidir con amigos y buenos aficionados, también descubrimos que algún que otro cretino se cuela en estas reuniones.

También tocó visitar el bunker y museo de «El Cueto«, dedicado al episodio más dramático del siglo XX en España y que a día de hoy sus heridas siguen abiertas.

Sí, se supone que este camión Ford habilitado como sala y comedor perteneció al general Francisco Franco durante la Guerra Civil

En noviembre no pudo falta otra de nuestra tradiciones personales: ir a la vecina León atravesando el Puerto de Pajares. Por aquel entonces, la situación sanitaria estaba siendo relativamente favorable, o al menos estabilizada…aunque algunos ya nos temíamos lo que estaba por venir.

En diciembre acudíamos a la Papanoelada Motera. Por desgracia hubo que lamentar el fallecimiento de uno de sus particpantes más veteranos durante su vuelta a casa. Y poco más tarde, de nuevo restricciones por la elevada incidencia de contagios por COVID, en especial de la variante ómicron.

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