Durante los días 22 y 23 de octubre tuvo lugar Citech, Cumbre de la Industria y la Tecnología, en Gijón. Como su nombre indica, se trata de unas jornadas divulgativas sobre los últimos avances en tecnología popular, con charlas y talleres para públicos de todas las edades. ¿Y cuál fue la mayor atracción? Pues nada menos que un Volkswagen Escarabajo y un SEAT 600 eléctricos.
Aparcados desde la mañana del viernes 22, atrajeron las miradas de los viandantes que se paseaban por la plaza Tomás y Valiente (más conocida por los gijoneses como “del parchís”) ya que se puede decir que un lugar de tránsito obligado. Así fue como me enteré de estas dos curiosidades y hasta allí me acerqué horas más tarde con la esperanza de poder ver sus entrañas y, a ser posible, compartir impresiones con sus autores. Sin embargo, a mi llegada sus entrañas permanecían cerradas y tal como me informó uno de los promotores, hasta el día siguiente sus propietarios no harían acto de presencia. Una lástima pues el sábado ya tenía planes fuera de Gijón. Sin embargo, nuestro amigo Ernesto “Furgonesto” por allí se pasó al día siguiente para mandarme unas fotos con más detalles de estos vehículos.

Empecemos por el Volkswagen; se trata de un modelo 1200 Standard de 1972 transformado por Alan Fuertes. Para quién no haya oído nunca de él, dentro del mundillo de la movilidad eléctrica goza de cierta fama como youtuber a través de su canal Alan Family Loves Tesla. Toda una declaración de intenciones. Ya en 2016, junto con su mujer, Begoña Piñero y sus tres hijos, se planteó el reto de viajar desde Madrid hasta Nordkapp (Cabo Norte, Noruega) al volante de su Tesla model S P85: 12.000 km durante 22 días en pleno invierno. Viendo sus vídeos me ha parecido que es todo un personaje, entiéndase esto ni para mal, ni para bien, por lo que aun lamento más el no haber podido asistir al evento Citech para conocerlo en persona y charlar con él. Fruto de varios meses de intenso trabajo es este Volkswagen Escarabajo de propulsión eléctrica y ya está en pleno proyecto el mismo tratamiento sobre un Porsche 911/996 Carrera Cabrio…


¿Genialidad o locura? Bueno, últimamente se ha vuelto tendencia el electrificar clásicos. Claros ejemplos tenemos en el Volkswagen Oval de Ewan McGregor (un apasionado del modelo, tal como publicamos varias veces en este blog) o el famoso Jaguar E-Type empleado en la boda del Príncipe Harry y Meghan Markle. Ya son varias las empresas que apuestan por estas transformaciones y Alan no ha querido quedarse atrás.

Se ha optado por un motor NetGain de 120 cv por lo que las prestaciones están aseguradas (aunque muy lejanas de los teóricos 255 km/h que declara el mismo Alan). Una de las grandes ventajas de un motor eléctrico respecto a un térmico es que su valor de par es siempre constante independientemente de las rpm, así que tendremos empuje desde cero (personalmente, lo que más me agrada de estos propulsores). Sobre la autonomía, unos 300 km, lo cual no está tan mal. De esto se encarga un paquete de baterías de ión-litio con refrigeración líquida fabricado por él mismo empleando la tecnología de Tesla. Diseñado para que encaje en el cofre delantero del Volkswagen, por lo que pierde todo el maletero.

De igual forma, también se pierde el espacio trasero para el equipaje.


¿El precio de todo esto? Sobre 26.000€ y un tremendo calvario de esperas para homologarlo (más otros 10.000€ a añadir a la factura), pues de hecho, aún está en fase de ello
A nivel técnico y como experimento para demostrar las posibilidades sobre movilidad futura me parece de lo más interesante, y por supuesto, uno ha de quitarse el sombrero ante esta obra de Alan Fuertes. Y sin embargo… sigo sin verlo. Porque el resultado es un vehículo que está en tierra de nadie. Ni es clásico ni es práctico. Por supuesto que tendrá su mercado, pero a los puristas, estas propuestas no es que no nos convenzan, es que nos horrorizan. Precisamente el encanto de conducir un clásico radica en su motor, con sus virtudes…y sus defectos, es quien marca la personalidad, el alma de todo. Así lo entendemos los “románticos”. No es que esté en contra de los coches eléctricos ¡todo lo contrario! Para mis desplazamientos habituales recientemente he adquirido un modelo híbrido además de haber probado de momento un par de eléctricos cuyo funcionamiento adoro y por ello aspiro a tener un coche eléctrico en un futuro sin por ello desvincularme de mi auténtica pasión por los automóviles clásicos. Así que aunque mi afición e incluso mi vida gira alrededor de los coches antiguos con sus anacrónicos motores térmicos, para mí no es excluyente de estar a favor de una progresiva electrificación del parque automovilístico, esto último, siempre desde un punto de vista racional.
Esperemos que estos sólo sea una moda pasajera fruto a la calentura de los tiempos actuales.

El siguiente restomod o retrofit se trata de un venerable SEAT 600 E de principios de los 70’s del pasado siglo. Nació como propuesta de Manuel Amor, profesor de Tecnología Industrial en el instituto San Patricio (Madrid) para motivar a sus alumnos de bachillerato que acabó cobrando forma en un equipo formado por doce chavales de 17 años que se pusieron manos a la obra y tras 150 horas de trabajo este es el resultado. La tecnología empleada es muy diferente a la del Volkswagen de Alan Fuertes, pues en este caso recurre a baterías de gel repartidas entre el vano motor y el maletero delantero, seis en total conectadas en serie para obtener 72 voltios. El motor es de corriente alterna con frenado regenerativo. Se habla de una autonomía entorno a los 20 km que junto con una placa solar instalada en el techo se pueden añadir 3 km extras. Se trata, por tanto, de un laboratorio rodante con una función didáctica, demostrando de lo que unos chavales son capaces de conseguir con ilusión y a la par, desenterrar varios mitos sobre las supuestas complicaciones de transformar un coche a eléctrico, aunque nuevamente se encuentra ante las trabas burocráticas para homologarlo. Mi opinión no cambia respecto a lo dicho sobre el Volkswagen aunque en este caso al ser un proyecto estudiantil para formar a futuros profesionales hay que valorarlo como tal.

En días soleados la placa del techo puede entregar hasta 3 km extra de autonomía.


Una pantalla táctil multifunción controla el sistema eléctrico y nivel de carga, además de poder accionar otros elementos del coche, como las luces.

Como anécdota contaré que mientas observaba estos coches por allí también se acercó un niño pequeño que no paraba de corretear alrededor de ellos y pletórico de entusiasmo exclamó: “¡son perfectos para cuando llegue el Apocalipsis”.