Siguiendo con nuestras vacaciones de Semana Santa dentro del cierre perimetral del Principado de Asturias decidimos hacer una nueva ruta que desconocíamos pero de la cual teníamos ganas. Se trata de la senda costera que va desde la playa de La Griega hasta la playa de La Isla, ambas en el concejo de Colunga. Hace poco compartía un post donde resumía nuestros pasados viajes donde Colunga figuraba como aquel primer destino vacacional a bordo del Escarabajo. Desde entonces no había vuelto por allí, así que esta vez tocó un poco de nostalgia.
Aparcamos sin problemas justo enfrente de la playa de La Griega, lo que puede considerarse suerte ya que por estas fechas suele haber bastantes turistas. Aquí empezaría una senda de más de hora y media de caminata. En algunos sitios de internet la describen como una ruta fácil e indicada para niños. A nuestro entender, existen algunos tramos que representan algo de dificultad, aunque son cortos, prácticamente anecdóticos pero habría que tenerlos en cuenta. También hay algunas zonas con bastante pendiente que pondrán a prueba nuestras piernas y pulmones y ya que hablamos de hacerlo con niños, es conveniente avisar de que al bordear la costa en más de una ocasión estaremos caminando cerca de zonas con riesgo de caídas desde altura. Como siempre, el calzado es lo más importante. Nosotros fuimos equipados con zapatillas ligeras de running con buen agarre que cumplieron de sobra, aunque en algunos tramos hubiéramos preferido algo más adaptado al trail. Porque no nos olvidemos que estamos sobre una pista forestal, con algunas zonas resbaladizas, irregulares y con riesgo de encontrarse con barro. Aunque la mayoría de usuarios de esta vía iban perfectamente equipados para la práctica del senderismo, también nos cruzamos con unos pocos ataviados con zapatillas casual que desconocemos hasta dónde y cómo llegarían. Es anecdótico pero no está de más comentarlo.

Al comienzo nos indican la presencia de huellas de dinosaurios. Cerca de aquí se encuentra el más que recomendable Museo del Jurásico de Asturias (MUJA).

El primer tramo es bastante fácil con buen firme, como una montaña rusa que sube y baja.

Sobre todo, el paisaje que vamos viendo en la margen izquierda

Puede verse el cinamatográfico pueblo de Lastres

Pronto llegamos a uno de los principales reclamos turísticos: huellas de dinosaurios



A partir de aquí empezaremos a encontrarnos con algunos tramos con fuerte pendiente que exigirán algo de esfuerzo físico.


Llegado a una intersección nos equivocamos de camino. No fuimos los únicos. Debido a recientes labores forestales una de las señales debió de ser arrancada y el estado de la pista tras el paso de maquinaria pesada nos despistó (a pesar de haber visto el tradicional código de pintura sobre una roca). Ante esta duda decidimos tomar otra senda más verde y que personalmente me resultó muy agradable. Ésta nos llevó por el interior, dando un rodeo a tener en cuenta, pero que personalmente me resultó más agradable.

El famoso verde de los paisajes asturianos. Un poco deslucido porque durante ese día hubo algo de nieblina a pesar de disfrutar de temperaturas agradables propias de la primavera. En un par de ocasiones hubo amago de lluvia pero no pasó de eso.
Llegamos hasta Huerres (también escrito como Güerres según toponimia asturiana). Allí nos indicaron nuestro error y como seguir hasta La Isla. Error que como ya dije no lo cuento como tal pues después de haber recorrido ambas sendas repitiría ésta aunque mejor como ruta de vuelta como explicaré más adelante.


Ya retomando de nuevo el enlace por la senda costera original.


Y un poco más allá, La Isla. En total invertimos unas 2 horas debido al rodeo que dimos por el interior.

Momento para un breve descanso y recobrar fuerzas para el camino de vuelta. Éste lo hicimos por la senda costera original y es aquí el tramo que nos creó confusión. Añado que es bastante escarpado y con el firme muy irregular debido al paso de maquinaria forestal. Así que si es mejor hacerlo como ruta de ida (en bajada) o a la vuelta (en subida) lo dejo a elección de cada uno.

Ya llegando a La Griega de nuevo. En total 3 horas y media sin contar paradas para reponer fuerzas.

Ya por último, otro inciso que no me quiero guardar. Esta Semana Santa en el Principado de Asturias estamos en un estado de alarma que ha obligado a hacer un cierre perimetral en la región. Esto es, que los asturianos no podemos salir de nuestra comunidad autónoma sin motivo justificado, razón por la cual el que aquí suscribe ha tenido que adaptarse, e incluso por precaución, ha anulado visitas a su familia o cualquier contacto social con sus amistades. De igual forma a la prohibición de salir, teóricamente tampoco se puede entrar a la región. Y sin embargo, la realidad contradice los mensajes y advertencia de nuestros gobernantes. Con esto quiero decir que las restricciones no sólo se las están saltando muchos visitantes, si no que las autoridades están haciendo la vista gorda de manera sonrojante. Puro teatro por parte de unos y de otros. A los hechos me remito al cruzarme constantemente con turistas de otras comunidades autónomas, siendo este fenómeno más patente en algunos pueblos asturianos donde el foriatu es bien reconocible. Las advertencias de una cuarta ola de COVID-19 son constantes… pero parece ser que para un sector de la población parece que no va con ellos.
Que conste en acta.